Casa de Alberto Sanz: Un cuadro para un centenario
La calle “Ancha”, Tesifonte Gallego, Marqués de Molins, y hasta la nueva Plaza del Altozano, están en boca de todos los ciudadanos en estos últimos días. Su remodelación, incluyendo la peatonalización, es comentada y admirada por todos los albaceteños y albaceteñas. No en vano se puede decir que la actuación urbanística de esta “nueva almendra” de Albacete, es quizás de las más importantes de los últimos cien años de nuestra ciudad.
Uno de los emblemáticos edificios de estilo modernista, que conforman estas preciosas calles de la ciudad (también llamada “La Gran Vía de Albacete”), es, sin duda alguna, la Casa de Alberto Sanz, en el número 6 de la Calle Marqués de Molins. Esta construcción está incluida en el Catálogo de Bienes Protegidos del Ayuntamiento de Albacete. Fue un proyecto residencial del arquitecto Miguel Ortiz, encargado por Alberto Sanz, concluido y entregado en 1922. Tiene una composición geométrica dividida en tres calles verticales donde se pueden apreciar toques modernistas en las labores de forja, cumpliendo este año su centenario.
En conmemoración del aniversario del inmueble, coexistiendo con la fecha histórica de la remodelación del centro de Albacete, y haciéndolo coincidir con la inauguración y traslado a sus nuevas oficinas (de más de 360 m2) de la empresa Exitalia International Consulting al comentado edificio, esta compañía albaceteña encargó un cuadro conmemorativo de estos tres grandes eventos al pintor hiperrealista Roberto Fernández, al que le ha llevado más de dos meses de ejecución, para hacer entrega del mismo, justo en estas marcadas fechas. Las fotografías del edificio realizadas por Alberto Zafra Soriano fueron fundamentales para que Roberto Fernández pudiera realizar su trabajo. Una obra de la que el pasado 14 de julio Roberto declaraba en una entrevista: “Ahora mismo estoy trabajando con la fachada de un edificio muy importante de Albacete, en un gran formato y quiero acabarlo en un par de meses, por eso ahora mismo estoy muy centrado en ello”. Hoy Roberto se encuentra enormemente satisfecho por la terminación de esta obra de arte, que la cataloga como una de sus mejores ejecuciones pictóricas de su carrera.
Todo ello se enmarca alrededor de la historia, pasada y presente, de la ciudad de Albacete, siendo el eje principal y motor de inspiración para el artista. Debemos recordar que la calle Marqués de Molins tiene una larga historia que se remonta a 1816, cuando fue denominada Río Piojo, ya que sobre el cauce de este mismo río se construyó esta vía central de la ciudad. El Callejón de Agraz y de Suárez, o Val General , fueron otros de los nombres de esta calle, hasta el 23 de septiembre de 1903, cuando su primer tramo pasa a denominarse Marqués de Molins, en honor a Mariano de las Mercedes Roca de Togores y Carrasco, primer Marqués de Molins y primer Vizconde de Rocamora. Además, fue un escritor romántico, orador, diplomático y político conservador español. Entre otros cargos, fue ministro en el reinado de Isabel II y en los inicios de la Restauración, embajador de España, miembro y presidente de la Real Academia Española.
El gran auge de la calle Marqués de Molins y su continuación, Tesifonte Gallego, se produce con el crecimiento económico tras la Primera Guerra Mundial, años en los que se construyeron los más emblemáticos edificios, como la Casa de Alberto Sanz, ubicada actualmente en el número 6 de la mencionada calle, justo pared con pared con el también simbólico edificio que acoge al Colegio Notarial de Castilla-La Mancha. Por todos estos motivos, nadie mejor que Roberto Fernández para captar cada detalle de este importante inmueble de Albacete en el año de su centenario, para que su obra presida las nuevas oficinas de Exitalia ubicadas ahora en este emblemático edificio.
Roberto Fernández, tras realizar estudios de dibujo y pintura en la Escuela de Arte de Pamplona, amplió sus estudios en el Curso Internacional de Artes Plásticas en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Valencia, impartido por Antonio López, referente del realismo pictórico español. Roberto tiene una trayectoria reconocida internacionalmente, con la realización de numerosas exposiciones. El logro de importantes premios por su trabajo, como el Premio Benjamín Palencia de Pintura Rápida en 2006, lo han consagrado como uno de los mejores pintores de España en su disciplina hiperrealista. Uno de sus mayores reconocimientos fue la obtención de una mención de honor en el Certamen Internacional Modportrait, cuya obra presentada fue adquirida por el MEAM (Museo Europeo de Arte Moderno de Barcelona) para su colección particular. La obra de Roberto Fernández se encuentra repartida en numerosas colecciones privadas de Europa, Canadá y Estados Unidos.
Como decimos, el cuadro de Roberto Fernández ya preside las nuevas oficinas de la empresa albaceteña Exitalia, dedicada al marketing internacional para bodegas de toda España, y que, desde el pasado lunes 29 de agosto, tiene su nueva sede en la primera planta de la Casa de Alberto Sanz. Sus más de 360 metros cuadrados han permitido conjugar la historia de Albacete, de la calle Marqués de Molins y de este centenario edificio, con unas oficinas modernas y funcionales, más amplias, para 20 puestos de trabajo en openoffice, con más espacios polivalentes, para la formación, sala de catas de vinos, con vinoteca, zonas de descanso, así como espacios abiertos al aire libre y terrazas para el relax, coffee stations… todo pensado por y para el equipo humano de Exitalia, para las personas. La nueva casa de Exitalia recoge los valores y filosofía de esta moderna empresa albaceteña, cuidando todos los detalles con el único fin que las personas se sientan como en casa… una casa centenaria reflejada en el arte de Roberto Fernández.