¿Qué ha pasado en la D.O. Getariako Txakolina de Guipuzkoa en esta cosecha tan inusual en la serie histórica climática?
Este año tan extremo por sequía, calor y horas de sol en el norte de la península, más concretamente en la D.O. Getariako Txakolina de Guipuzkoa (País Vasco), mantuvo en vilo y preocupación a los viticultores vascos de esta Denominación de Origen durante todo el proceso vegetativo de las vides y, de manera más preocupante, durante el verano hasta la llegada de los días de vendimia.
El año 2022 está siendo insólito en todos los viñedos de Europa debido a los efectos del cambio climático, y los viñedos Guipuzkoa y la D.O. Getariako Txakolina no son una excepción. Se está registrando mucha menos lluvia y se contabilizan muchos más días soleados en comparación con otros años, algo tan inusual que no había registros por los viticultores de la D.O. Getariako Txakolina de un año como éste.
“Con todo este nuevo y extraño ciclo climático de la cosecha 2022, estábamos realmente inquietos por conocer qué resultados tendríamos sobre nuestras uvas, tanto en el peso por racimo, en la salubridad, en la concentración de azúcares y acideces, como el resto de parámetros, que vienen siendo “normales” y habituales en nuestro viñedo. Nuestras vides nunca habían estado tantos días y meses expuestas a un clima, que para Guipuzkoa y el País Vascos es extremo y nada habitual. Esta vendimia 2022 era toda una aventura y un nuevo reto en nuestro proyecto vinícola que emprendieron Mikel Gutiérrez y Axier Arrieta”, declaró Stanley A. Moss, responsable de marketing, comercialización y educador de vinos, en HIKA Bodega, una de las más prestigiosas bodegas de D.O. Getariako Txakolina, en su Reportaje de Vendimia 2023 (HARVEST REPORT 2023).
Según Stanley A. Moss, “es cierto que las lluvias del final del verano ayudaron a recuperar mucho al viñedo y a las uvas. De hecho, en los primeros muestreos de uva en el campo y en vendimia, así como con los parámetros y análisis en laboratorio, nos vimos gratamente sorprendidos, pues todos esos indicadores señalan que esta cosecha será excelente. Así estos días, con las primeras fermentaciones y las primeras catas, estamos percibiendo una gran añada 2022 para nuestros Txakoli”.
Para bodegas Hika, según el análisis de vendimia de Stanley A. Moss: “el resultado fue y está siendo muy positivo para todas las variedades de uva plantadas en nuestra finca, tanto para las variedades autóctonas como la Hondarrabi Zuri (blanca), Hondarrabi Beltza (tinta) y Petit Courbu (blancas), como para la foránea Chardonnay. Los rendimientos han sido superiores a la media. En lugar de una media de 10.000 kilos por hectárea, nos acercamos a los 12.000 kilos para la Chardonnay y 11.000 kilos para las otras variedades”.
“Las anomalías climáticas nos han permitido obtener un mayor rendimiento de kilos por hectárea, pero sin perder calidad. Es más, podemos afirmar que en HIKA® tenemos más kilos, pero con más calidad en esta campaña”, comenta Stanley.
En este reportaje de vendimia, Stanley destaca otro hecho importante, como es la gran reducción (este año casi a cero o anecdótica) de tratamientos en el viñedo, ya que no ha sido necesario combatir el mildiu. En D.O. Getariako Txakolina de Guipuzkoa la precipitación media anual es de alrededor de 1.600 litros por metro cuadrado, pero este año no ha sido así, y la falta de lluvias ha conllevado, como decimos, la reducción en tratamientos con sulfato de cobre, pues no fueron necesarios. “Esta nueva situación climática nos ha llevado a obtener unas uvas más sanas, limpias, con menos intervención, mucho más naturales y sostenibles de manera natural y sin ningún tratamiento. Estamos muy contentos de todo ello y del resultado final”, manifiesta el propio Stanley.
“Nuestras plantas ya son maduras y con edad suficiente para haber enraizado con profundidad, pudiendo testear que, gracias a ello y a que el suelo acumuló suficiente agua durante el invierno y la primavera, el propio viñedo ha sabido sobrellevar el estrés hídrico sufrido durante el verano. El resultado fue una de las mejores y más saludables cosechas registradas. La Chardonnay fue vendimiada a mano el domingo 18 de septiembre (2 semanas antes de lo habitual), el Hondarrabi Zuri (blanco) y el Petit Courbu (blanco) una semana después y el Hondarrabi Beltza (tinto) el martes 3 de octubre”. Otro factor importante para que la cosecha haya sido excepcional a pesar de la dureza climática ha sido que la disposición y orientación de las laderas que acogen las vides resguardan las horas de sol, permitiendo retener más humedad.
Stanley A. Moss continúa explicando que “nuestro terroir no es una zona seca y con mucho sol, pero parece un milagro que todo aquello que nos inquietaba y producía inseguridad hace tan solo unas semanas, nos ha dado una de las mejores cosechas hasta el momento, sana, abundante y excepcional. Esperamos elaborar de esta añada alrededor de 80.000 botellas de calidad, de HIKA® Basque Fine Wines. Como nuestros vinos se envejecen sobre sus lías durante al menos 10 meses, no se lanzarán hasta finales del próximo año. Actualmente comercializamos las añadas 2020 y, pronto, la 2021 para nuestros vinos más jóvenes y 2018 para los de nivel Premium. Estamos deseando que esta añada esté lista y conocer la opinión de los expertos catadores y críticos de todo el mundo”.
El gran reto es saber cómo la bodega será capaz de adaptarse en los próximos años a este nuevo clima. En este sentido, consideran que tendrán que revisar todos sus procesos, así como los cambios vegetativos. Esta campaña han sabido adaptarse, pero ¿será siempre así?
En HIKA® consideran que la nueva situación climática les debe hacer pensar en futuras plantaciones y en restructuraciones de viñedos, en cuáles son las zonas, las laderas, las plantas, las variedades de uva y los clones que mejor se podrán enfrentar al cambio climático. Sin duda, éste será un nuevo, interesante y emocionante reto para su proyecto vitivinícola.